Después de invitarnos a cenar e inspirado por la música que escuchábamos decidió deleitarnos tocando tangos.
Vive con su esposa Ethel en medio del bosque en el Acadia National Park en Bar Harbor Maine (USA), toca con una perfección y destreza el acordeón que es difícil asimilar lo que uno está observando.En su casa, lejos de sentirse uno aislado y perdido en medio de la nada, se respira un aire cosmopolita de sofisticación, buen gusto y conocimiento.
Espero poder verme así a los 90 años.
Foto: fh. "Joventango" Octubre de 2006.

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