miércoles, septiembre 06, 2006

Redescubre la Poesía


Antes de continuar leyendo, una sana recomendación: olvídate del trago amargo de cuando en las lecciones de Español o Literatura te hacían declamar "Poesía" frente al salón entero. Abandona la idea de que la poesía es una serie de frases que riman, y sobre todo, elimina todo vínculo mental o fisiológico negativo que caulquier situación anterior a la lectura del presente artículo haya podido crear un mal posicionamiento de la Poesía en tu inocente espíritu.

No quiero entrar en cuestiones teóricas con el riesgo de perder tu interés, pero creo necesario aclarar que Poema y Poesía no son lo mismo y que si bien la Poesía se podría catalogar como un género literario es mucho más que eso, es incluso, una forma de apreciar la vida.

Continúo con el artículo...

Te invito a acercarte de nuevo a la Poesía, pero hacerlo con nuevos ojos, cómo si te acercaras a la orilla de un pozo para descubrir el fondo de algo desconocido, misterioso, con el anhelo de poder ver tu rostro reflejado en la superficie de agua, mirada abajo.

Te recomiendo también no restar importancia a cuestiones prácticas pero de vital importancia al momento de leer Poesía. No lo hagas en un momento de ansiedad o de enojo, hazlo en un momento de calma, en un lugar adecuado, sentado en un cómodo sillón, y donde no hayan distractores visuales ni sonoros, para que puedas ser interlocutor del Poeta que busca entablar un diálogo contigo y para que tus sentidos puedan reaccionar a los estímulos del poema en cuestión.

Además, lee con inteligencia. Así como no se puede correr sin saber caminar, no se puede leer autores o poemas muy complicados en un principio. Similar a las primeras veces que uno bebe alcohol, es necesario irle tomando el gusto, aprender a paladear y extraer la esencia de lo que uno bebe, de lo que uno lee.

Te sugiero comenzar con autores contemporáneos, (S.XX), autores latinoamericános cómo Pablo Neruda, Mario Benedetti, Jaime Sabines, que son poetas que escriben con un lenguaje sencillo, sin complicaciones, pero con gran maestría y riqueza poética.

Elige un poema y tómalo por los cuernos, léelo con calma, navega verso por verso sin tratar de buscar explicaciones, busca conectar tus sentidos y dejarte llevar por el sendero que marca el poema. Si no te satisfizo el poema elegido, escoge otro, busca un título que llame tu atención y haz el intento de nuevo.

Estoy seguro que si confías en éstas sencillas, pero útiles recomendaciones, y sobre todo después de experimentar entablecer un diálogo con el Poeta y hacer tuyo el poema leído, pensarás con seguridad muy distinto a como piensas actualmente de la Poesía, y lejos de considerarlo como un invento artístico menor o como algo digno de tus peores opiniones le tomarás el gusto y quizás hasta te animes a empujar la pluma de vez en cuando.

Por último, sólo recordar que la constancia es necesaria para alcanzar cualquier cosa, y que la primera impresión no siempre es la que más importa.

Exito.

Fernando Herrera (fh)

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